DECÁLOGO DEL PRACTICANTE DE YOGA: preceptos que un practicante de yoga debe observar
AHIMSA (NO VIOLENCIA)
es liberarse de la violencia hacia el mundo y hacia uno mismo, cuidar todo lo que vive hasta lo más insignificante, respetar toda opinión, sentimiento y
cultura. Es ampliar nuestros criterios.
ASTEYA (NO ROBAR)
no traicionar la confianza en la vida apoderándose de lo que al otro le pertenece, vencer el deseo y la insatisfacción, la ambición y la codicia.
SATYA (SER SINCERO)
la sinceridad con nosotros/as mismas/os y los demás, saber en qué momento decir la verdad para no herir, hablar con amor, decir lo justo para que nuestra palabra tenga el poder necesario, ser
consciente de las consecuencias de nuestras palabras.
BRAMACHARYA (ABSTENERSE)
no obsesionarse con el sexo, las pasiones o cualquier cosa que haga perder de vista la búsqueda de la unidad, no quedar atrapados en la búsqueda compulsiva del placer.
APARIGRAHA (NO ACUMULAR)
no acumular cosas sin sentido, renunciar a lo superfluo, encontrar la belleza en la simplicidad, dedicar espacio y tiempo para compartir. El tiempo sin corazón no es oro.
SHAUCHA (LIMPIEZA)
Actitud de limpieza y pureza tanto interna como externa, sin dejarse llevar por prejuicios ni hábitos. El cuerpo es el templo de la vida. Disponibilidad ante lo sagrado.
SANTOSHA (CONTENTAMIENTO)
aceptar lo que soy, aceptar mi destino, aceptar este preciso momento. Sumergirse en la fe y en el agradecimiento a lo que nos trae la vida.
TAPAH (ENTUSIASMO)
quemar las inercias, con el entusiasmo vital y la constancia y disciplina en nuestros propósitos. Todo puede transformarse con voluntad.
SVADHYAYA (REFLEXIÓN)
escuchar la voz interna que nos guía, saber del autoengaño y conocerse a sí mismo/a a través de la propia observación, buscar pistas en los textos sabios, encontrar las claves del propio
corazón.
ISVARA-PRANIDHANA (DESAPEGO)
dejar que toda acción sea completa en sí misma sin apego a sus resultados. La vida es una entrega sin chantaje ni condiciones. Todo es una alabanza a lo divino. Lo espiritual es la vía del
desapego, la vía de la pura contemplación.